lunes, 18 de agosto de 2014

POR UN PRESIDENTE VIVO









Dallas, 22 de noviembre de 1.963

Cuando se enteró de la trágica noticia, aquél ser sensible de espíritu poético, no quiso dar crédito a aquella barbarie; por eso, cuando ya casi de madrugada, pudo conciliar el sueño, le dio otro sentido a ese lamentable suceso, ensoñando con un mudo revoloteo que cruzando la mira telescópica de aquel fusil en el más delicado momento, hizo cambiar la trayectoria de un disparo certero, ocasionando sólo un leve rasguño ensangrentado en la sien de la victima. Se alegró en sueños de aquél "efecto mariposa", y se oyó asimismo diciendo:
¡Lo siento, Mr. Oswald, pero nadie es perfecto!






domingo, 10 de agosto de 2014

UN COMBATE DESIGUAL




      Cerré los ojos para borrar las paredes de mi celda. “Cobardía ante el enemigo”, así fue como lo llamaron durante el consejo de guerra; pero yo no soy ningún  cobarde. Siempre fui el primero en saltar del vehículo  y hacer frente al fuego hostil cuando éramos atacados en las misiones de escolta. Y cuando patrullaba por Herāt nunca dudé para entrar en ningún sitio, por más oscuro y peligroso que pareciese. Pero no pude disparar. ¡Cómo iba a hacerlo si no era más que un pobre chiquillo  asustado! Lo  que me oprime, más que mi encierro, es no  haber podido salvarlo.


                                                                          Benigno Montenegro

jueves, 7 de agosto de 2014

NADIE ES PERFECTO

     Nadie es perfecto. Salvo su sombra. Un día pidió prestadas las piernas al mejor corredor del parque, le había observado durante días y fue fácil convencerle al requerir solo una parte de su sombra. El atleta no reparaba en ella, pendiente como estaba del reloj para mejorar su marca.Las manos se las pidió al prestidigitador que encandilaba a los niños en el paseo de la playa, los brazos al piragüista que contemplaba todas las mañanas y el pelo ensortijado al angoleño que vendía gafas y relojes de imitación a los turistas.
    Cuando completó su sombra se paseó orgulloso, convencido de que al fin era la envidia de los demás transeúntes.



lunes, 4 de agosto de 2014



MANDARSE A MUDAR

Hoy tocaba bajar al trastero, no lo podía aplazar más, los de la mudanza vendrían al día siguiente. Armada con una escuadra de útiles de limpieza se puso a ello, ¿Por dónde empezar?, las estanterías llenas de botes de pintura seca, azulejos del baño, de la cocina, cables. Primera ley de la propiedad horizontal, tener repuestos por sí acaso...

En la parte alta, casí pegada al techo, la maleta vieja, en otros tiempos tan viajera, ahora sedentaria. La tentación de abrirla, soltar amarras. Dentro faldas cosidas por su madre, pasadas de moda. La  blusa comprada con su primer sueldo, en aquella tienda que traía la ropa de Londres.Tan joven, COU nocturno, enamoriscada. Las pañoletas portuguesas a modo de túnica, aprender a coser a máquina, poco le durò su filtreo con la aguja. Entre lo "vintage", olvidado, un mechero y una cajetilla de tabaco, de cuando no fumaba y se hizo experta en excusas para bajar al trastero.

Los pantalones hippys, estampados, ¡Que perra le entró con lo floral! Mientras tanto, “el caballo” tumbaba a los elegidos, las madres que tenían varices por piernas peleaban contra la fatalidad. Perdida entre la ropa, la gorra que un práctico le había regalado, “Great Lakes Towing” bordado en la visera. Las mil islas, nieve en el corazón, la escarcha que nunca se derritió. En el fondo, el vestido rojo que nunca estrenó, al que siguieron días sin vino ni rosas, ahora era tarde, demasiado estrecho o ella demasiado ancha. El dilema, tirar su tesoro o no, una mudanza es cambio, justo lo que necesitaba. Encendió un cigarro. Al fin y al cabo nadie era perfecto.