Se solicita camarera
El olor a café inspiraba la confianza que él necesitaba. Cómo cada mañana, tras un sorbo amargo, se armaba de valor y llegaba hasta la barra. Allí estaba ella como siempre, lacia melena que arropaba su espalda desnuda. Se giró, pero ya no era la chica de sus sueños.
"Se giró, pero ya no era la chica de sus sueños."
ResponderEliminarEso le pasó por esperar a que se volviera, hay que escapar siempre antes...cuando la otra persona aún cumple todas las expectativas :)