jueves, 5 de junio de 2014

De hombres y conejos

 
 
Soltó una sonora carcajada .Seguía  siendo el mismo. Con aquella facilidad para la risa ,una risa de verdad, una risa que venia del estomago.
Ay cone - volvió a exclamar y lo abrazo con cariño, le paso la mano por la calva y vuelta a reir.
Los acompañantes del conejo , hoy don Constantino Pérez Fidalgo ,con un escaño de diputado del partido mas votado, estaban estupefactos. Pero se conocían desde críos. El, era el Amadeo líder natural de la pandilla, el mas fuerte y valiente el que los defendía en el colegio, respetado hasta por los mayores.
Hablaron . Amadeo ahora casado y con dos hijos, a pesar de ser buen trabajador estaba en el paro.
Si no lo necesitara no te lo pediría ,un trabajo de lo que sea .-Le dijo al conejo. Este prometió hacer lo que pudiera. Pero esa misma noche, utilizo la tarjeta del Amadeo para encenderse un buen puro.
Fumaba y descontaba la infinidad de veces que el Amadeo lo había defendido en la calle, en el colegio. Solo tiene musculo y lo hacía por presumir, se decía a si mismo para explicar el pasado a su conveniencia.
Mientras, con un gesto que ya no podía evitar ni cuando estaba solo, se tapaba la boca, para ocultar aquella risilla suya de conejo asustado.


Rafa

















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