domingo, 29 de junio de 2014

(A) contratiempo

Mis disculpas, caballeros. Es impropio de un hombre de mi edad presentarse tarde ante tan distinguida audiencia, en tan singular ocasión. No todos los días el hijo al que uno cedió todos sus bienes para rescatarle de una mala empresa lo desahucia a uno de la que fue su casa.
Así que le pido mil perdones, señor notario, por mi retraso y por mi atuendo. De todos es sabido que el rojo es un color de fulanas, llamativo y siempre impropio, aunque sólo sea salpicando un traje negro.
Por último, disculpe también a mi hijo, se lo ruego. No podrá acompañarnos hoy. Le ha surgido un contratiempo.




María Aparicio

5 comentarios:

  1. ¡Un relato genial, María! De los mejores que has escrito

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  2. ¡Muy bueno, María! se nota que el descanso te inspira.

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  3. ¡Buenísimo! Si me permites la sugerencia, creo que este anciano se entendería con la novia de "Hasta que la muerte nos separe". Al menos así, se aprovecharían las flores de su ramo

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  4. Muchas gracias, me vais a sacar los colores!

    Haríamos buen equipo, Isa, yo rompiendo y tú uniendo... ;)

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